martes, 29 de abril de 2014

Laura y el misterio de los estudiantes universitarios

Gracias a todos por vuestros comentarios.
Os dejo el segundo capítulo, espero que sea de vuestro gusto. Debo pedir disculpas porque es muy corto (pero no me dio tiempo a continuar)Espero poder volver a publicar el viernes :)

Capítulo 2: Impuntuales


Lydia se ajustó la coleta y se miró al espejo. Con el rostro serio comprobó que su traje estuviera impoluto y que ni un solo pelo se atreviera a desafiarla descolocándose de su sitio. Sonrió al comprobar que todo estaba en orden, estaba lista.
Con dos grandes zancadas salió del cuarto de baño y se plantó en medio del salón para esperar a Cuevas. No quería sentarse en el sofá para no arrugarse.
— ¡Guau!—exclamó Cuevas, que en ese momento salía de su habitación, al ver a su novia— estás precio…
— ¿Se puede saber qué haces todavía así?—le interrumpió Lydia con los labios apretados y una mirada furiosa.
Cuevas se miró de abajo arriba, llevaba unos lustrosos zapatos negros, el pantalón del uniforme y una camiseta interior.
— ¿Te refieres a esto? —Preguntó Vicente palpándose la camiseta— No encuentro mi camisa, y tampoco la corbata. Precisamente venía a preguntarte si tú la habías visto.
Lydia contemplo a Cuevas sin dar crédito a lo que estaba oyendo.
—No tengo ni idea de donde están tus cosas, ya eres mayorcito para ocuparte de ellas. Y si no estás listo en cinco minutos te prometo que me voy sin ti— sentenció.
Cuevas volvió a desaparecer por donde había llegado para ponerse a buscar como un desesperado su camisa blanca, que descansaba planchada en una silla debajo de un montón de camisetas negras con diferentes lemas de videojuegos.
Diez minutos después, dos armarios revueltos y más de veinte prendas esparcidas por el dormitorio Cuevas estaba preparado.

0--0

El ascensor era bastante pequeño y soltaba un chillido estridente al moverse.
—Van a tener que reparar este cacharro, cualquier día nos quedamos atrapados dentro— empezó la conversación Lydia.
—Mientras me quedé aquí contigo— Sonrió Cuevas, mientras miraba fijamente a su novia a los ojos.
La policía bufó estrepitosamente pero no pudo evitar que una sonrisa se le perfilara en los labios.
—Gracias por esperarme—prosiguió Cuevas— Por mi culpa vamos a llegar tarde.
—Lo hice por compasión, si te llego a dejar solo no llegas ni para las tres de la tarde, y seguro que a esa hora Laura ya se hubiera zampado toda la comida.
—De todas formas gracias— la sonrisa del joven le llegaba de un lado al otro de la boca, y era tan dulce que Lydia no pudo evitar enternecerse, aprovechando ese momento para arreglarle los cuellos de la camisa y plantarle un sonoro beso en los labios al tiempo que se abrían las puertas del ascensor.

0—0

—No entiendo porque no llegan— se desesperó Jacobo al borde de un colapso nervioso.
—Lo que yo no entiendo es porque no se pueden probar esos canapés fríos que hay sobre la mesa—le contestó Laura
Los dos policías se encontraban hablando en la esquina de una gran sala repleta de sillas, muchas de ellas ya ocupadas por policías de uniforme y hombres y mujeres trajeados. En frente de las sillas, una pequeña platea hacía de escenario, y en ella un ambón y un micrófono solitario.
En frente de todo esto, en la parte más alejada de la sala tres mesas elegantemente vestidas contenían todo tipo de aperitivos fríos.
Laura lanzaba continuas miradas a la comida mientras que Jacobo no era capaz de apartar la vista de su reloj donde los minutos no paraban de correr.
— ¿Se puede saber dónde se ha metido tu amigo Martín? Te recuerdo que él es uno de los que da el discurso de agradecimiento.
Laura se encogió de hombros.
—Ya sabes cómo es, dentro de nada aparecerá por esa puerta, sonriendo y preparado para dejarlos a todos “patidifusos” con su discurso.
—Eso espero— rezongó el comisario no muy convencido.
—Lo que es raro, es lo de Lydia, suele ser muy puntual.
—Habrá tenido un imprevisto. Seguro que está aquí en breves— la excusó Jacobo restándole importancia al tema.
—Seguro que Martín también ha tenido un imprevisto— concluyó fríamente la conversación Laura con una mirada entre amenazadora y dolida.
Jacobo no dijo nada, sino que bajo la cabeza y volvió a contemplar su reloj.


Siento dejaros así, el capítulo sigue, pero hoy no me daba tiempo... A ver si el viernes lo acabo XD
Gracias a todos otra vez

domingo, 27 de abril de 2014

Votaciones para el concurso Lebrel!

Hola Lebreles!
Ya tenemos los montajes para el concurso lebrel !! Antes de todo agradecer a los participantes, su colaboración en nuestro primer concurso, el primero de muchos que iremos haciendo a lo largo de estos meses.

Ahora es vuestro turno, tenéis que elegir quien sera el ganador de nuestro concurso, votando cual os ha gustado mas en la encuesta que hay en la derecha del blog, cada imagen lleva un numero, entonces si os gusta por ejemplo el 1, tenéis que votar en la encuesta el 1.

Teneis hasta el dia 4 para votar, de ahí contaremos los votos y veremos quien es el ganador de nuestro primer concurso Lebrel! 

ASÍ QUE YA SABÉIS A VOTAR!! 

1
(@tkshya )

2
(@_mividaesmia)

3
(@AlumdenaSanch11)


4
(@ana10416)

5
(@annaloveyou13)

6
(@elevalldigna)

7
(@mikealicante)

8
(@OficialFansIago)

martes, 22 de abril de 2014

Fanfic: Laura y el misterio de los estudiantes universitarios.

Lo primero de todo, gracias por visitar el blog.
Lo segundo y más importante,para que se nos haga más amena la espera y menos tediosos la noche de los martes voy a empezar a publicar un fic que espero que sea de vuestro agrado.

Capítulo 1: Preparativos

Laura apagó el despertador con los ojos cerrados y suspirando fuertemente. Moviéndose como una momia se puso las zapatillas (en los pies equivocados) y caminó hacía la ducha.
El agua sobre su cabeza le hizo despejarse y comenzó a canturrear alegremente una canción bastante antigua, era un día especial, un día para celebrar. Toda la comisaría iba a ser premiada por el cuerpo nacional de policía por ser la que más casos había resuelto con eficacia. Y ella junto con Martín, Cuevas, Lidia y por supuesto Jacobo eran los responsables y las caras visibles del éxito. Jacobo no había hablado de otra cosa en las últimas tres semanas.
— ¿Lo qué no entiendo es por qué tienen que celebrar estos actos tan temprano? Para un día que puedo dormir hasta tarde—se quejó hablando con su cara reflejada en la mampara de la ducha.
—Nena ¿Con quién hablas?—gritó Maribel que acababa de entra por la puerta de casa de su hija.
—Con nadie mamá— grito a su vez Laura.
—Pues no lo entiendo. Hablar sola no es muy normal. Tanto resolver casos y estar rodeada de cadáveres no te estará dejando un poco desequilibrada mentalmente ¿no?
—Mamáaa—rezongó la inspectora a la vez que abría la puerta del cuarto del baño y se dirigía en toalla a su habitación. Maribel se apresuró a seguirla.
— ¿Y bien como piensas ir vestida a la gala? Espero que no hayas pensado en llevar uno de tus modelitos.
Laura puso los ojos en blanco y tardó su tiempo en contestar, maldiciendo el haberle dado las llaves de su piso a su madre.
—En primer lugar mamá no es una gala, es un acto oficial. Y en segundo lugar al ser un acto oficial tengo que ir vestida con el traje de gala de la policía nacional.
— ¿Estás segura? Porque no te sienta muy bien.
Laura sonrío irónicamente y comenzó a vestirse, dudando entre ponerse pantalón o falda. Arrepintiéndose instantáneamente por haberlo hecho Laura pidió consejo a su madre.
— ¿Me pongo la falda o el pantalón?
—La falda, por supuesto. Mucho más femenino—sentenció Maribel.
La inspectora Lebrel aceptó el consejo de su madre y se puso la falda. Luego dio una vuelta en redondo para que su madre pudiera observarla con detenimiento.
— ¡Pero qué horror!—exclamó Maribel—esa falda te hace un culo desproporcionadamente grande, mejor ponte el pantalón.
Laura resignada y con pocas ganas de discutir le hizo caso. Pero otra vez Maribel puso el grito en el cielo quejándose de que el pantalón era muy ajustado y hacía que las piernas de Laura parecieran dos morcillas gordas.
La pobre policía se puso la falda y salió de la habitación dando un portazo tan fuerte que despertó a los gemelos que dormían plácidamente en la habitación contigua.
—Lo que me faltaba— murmuró.
Cinco minutos después toda la familia desayunaba magdalenas, cola-cao y café en la mesa de la cocina.
— ¿No quedan más magdalenas? —preguntó Javi
—Solo ésta— contestó Maribel tendiéndole la magdalena a su nieto.
—¡Eeee! ¡Yo también quiero!—protestó Carlos al tiempo que se lanzaba para interceptar la magdalena.
Los dos gemelos se pusieron a forcejear para quedarse con el dulce, con tan mala suerte que la taza de leche de Javi acabo sobre la falda de Laura.
—Pero seréis hijos del…—se contuvo la detective en el último momento, levantándose de un salto y caminando hasta su habitación para cambiarse de ropa.
Los gemelos se quedaron en silencio mirando atónitos la puerta por la que acababa de desaparecer su madre, momento en que Maribel aprovechó para comerse la magdalena que se había quedado olvidada encima de la mesa.
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Jacobo llamó a la puerta varias veces, y fue su suegra quien le abrió.
—Hola Jacobo. Laura ya casi está. Pasa, pasa.
— ¡Papá!— corrieron a saludarle los gemelos abalanzándose sobre él. Jacobo resistió la embestida como pudo, Javier y Carlos estaban cada vez más altos.
—Ya estoy—informó Laura saliendo de la habitación con el traje oficial de la policía y por supuesto vestida con los pantalones.
Jacobo sonrió embobado mirando a su mujer, el traje de gala de la policía le sentaba muy bien, Laura le devolvió la sonrisa al tiempo que descolgaba su gabardina del perchero y decía:
—Vámonos que vamos a llegar tarde.
—De ninguna manera—interrumpió Maribel quitándole la gabardina a su hija de las manos— Hoy no te la pones, que la pobre está ya para retirar. Y péinate que parece que hayas visto al lobo.
Laura puso los ojos en blanco, le dedicó una sonrisa cansada a Jacobo y entró en el baño para tener una lucha furiosa contra su pelo, en la que naturalmente gano el cuero capilar.
Diez minutos después ambos padres se despedían de sus hijos y Jacobo cometía el infortunio de comentar camino al coche que a Laura le sentaba genial el traje de gala, pero que sin lugar a dudas estaba más guapa con la falda.


Hasta aquí el capítulo. Publicaré otro el viernes. (intentaré publicar todos los viernes y martes. Aunque no prometo lo de los viernes, no vaya a ser que no aparezca mi musa)
En el recuadro de abajo podéis dejar críticas, elogios, tirar tomates y todas las sugerencias que queráis XD

miércoles, 16 de abril de 2014

Concurso de montajes Los Misterios de Laura

Hola lebreles!
Me alegro de que os hayáis pasado por aquí:
Aunque solo llevamos una semana sin nuestra querida Laura, todos echamos de menos a nuestra fantástica detective.
Para hacer más amena la espera, y ayudar en la campaña de #Renovacionmisterios que como seguro sabéis se está llevando a cabo en twitter, se nos ha ocurrido una fabulosa idea:

(Redoble de tambores)

Un Concurso de montajes de Los Misterios de Laura.




No me enrollo más y os dejo las bases del concurso:
Las personas participantes pueden enviar todos los montajes que deseen.
•Los montajes serán enviados a twitter con el HT #RenovacionMisterios
•Los mejores montajes elegidos por el jurado (que consta de tres personas del blog) se colgarán en este blog.
•Los montajes se pueden a empezar a enviar desde el momento de publicación hasta el día 25 de abril.
•Se hará una votación popular con los montajes subidos al blog para encontrar un único ganador.
•El premio del ganador consistirá en una entrada con una pequeña entrevista en el blog (si quiere) y en el orgullo de haber ganado.

*Sentimos que el premio sea tan poquita cosa, pero el blog acaba de comenzar y no podemos optar a otra cosa.
Esperamos que os guste la idea. ¡A participar!